EL BAÚL DE LOS VALORES
CARLOS MONTOYA
CARLOS MONTOYA
Erase una vez un
niño llamado Jorge, tenía 15 años y vivía en una hermosa mansión. Jorge a pesar
de que no le faltaba nada, tenia lujos, iba a conciertos, tenia muchísimo
dinero y sus padres le compraban todo lo que quería no tenía amigos ni una
novia con quien compartir. El no era una mala persona solo que por su
apariencia de “niño rico” todos lo despreciaban y nadie quería ser su amigo. Un
día Jorge conoció a una niña llamada Elisabeth, cuando la vio no le llamo la
atención (como mujer) pues era una niña arrebata y muy risueña, simpática por
supuesto pero nunca de su gusto él se le acerco un día con las mejores
intensiones y le dijo:
-Hola, mucho gusto mi nombres es Jorge ¿Cómo te llamas?- Dijo con su voz de galán de la típica novela Americana.
-Hola, mucho gusto mi nombres es Jorge ¿Cómo te llamas?- Dijo con su voz de galán de la típica novela Americana.
-Hola, mi nombre es Elisabeth mucho gusto- Ella respondió sonriendo.
Jorge pensó que por primera vez tendría una amiga y que alguien lo iba a querer, él en ese instante le brindo su amistad y quería seguir charlando con ella pero a él le avergonzaba su apariencia pues Elisabeth era una niña muy humilde, su familia no tenía dinero suficiente para mandarla al colegio y no tenía un celular de última tecnología, no sabía manejar una computadora y a veces llevaba su ropa sucia, en algunas ocasiones ni se cambiaba.
Los meses fueron pasando y Elisabeth se fue enamorando de Jorge pero no se daba cuenta que aunque él era muy buena persona seguía siendo un “estirado”, ella iba todos los días a la casa de Jorge pues él le enseñaba por las tardes lo que desde pequeño le habían enseñado y Elisabeth con responsabilidad, optimismo y empeño se esforzaba por ser la mejor en lo que hacía. Una tarde muy lluviosa Jorge le dijo a Elisabeth que quería descansar y que se tomarían el día libre, le enseñaría su casa y su más preciado tesoro, pasaron las horas y por fin llegaron a la ultima habitación, Jorge se acerco a Elisabeth y le susurro en el oído:
-Aquí está mi tesoro, es lo más valioso que tengo-
-¿Qué es?- Le pregunto ella muy confundida y curiosa por saber.
- El reloj de oro de mi abuelo soy idéntico a él, espero ser igual cuando este más grande- Le respondió Jorge muy feliz y orgulloso por parecerse tanto a su abuelo física y mentalmente.
Antes de abrir el baúl y ver el tesoro Jorge le conto a Elisabeth como era su abuelo, le mostro fotografías y le conto que él era una persona solidaria y respetuosa y que siempre fue todo un ejemplo a seguir para él y los miembros de su familia.
Elisabeth estaba
muy emocionada y se le dio el momento perfecto para darle un beso a Jorge, pero
él la rechazo. Elisabeth se sintió mal y le dijo a Jorge que quería irse pero
él quería mostrarle su tesoro y la tomo de la mano. Cuando abrieron el baúl no
había nada, Jorge comenzó a llorar y en medio de su tristeza le grito a
Elisabeth ¡Eres una ladrona!, inmediatamente Elisabeth corrió a la puerta y
salió llorando de la casa de Jorge, ella nunca se robaría algo de “el amor de
su vida”, y aunque días después trato de convencer a Jorge de que ella no le
había robado nada él no le creía y ya no quería ser su amigo.
Pasaron los años (7
exactamente) y los padres de Jorge se quebraron y llego el momento en el que el
padre le confesó a su hijo que él había empeñado su reloj del abuelo para no
quedar en la ruina 7 años atrás, pero que antes de marcharse le devolvería su
preciada posesión. Jorge se había vuelto un hombre soberbio, pesimista,
complicado y grosero pero en ese momento se dio cuenta que todo lo que amo se
había ido, sus padres iban a vivir en la India y él se quedaría solo, tenía un
muy buen trabajo y una casa hermosa pero no una esposa ni unos hijos que la
llenaran de alegría en vez de lujos y que siempre estuvo enamorado de Elisabeth
y no se daba cuenta de que la apariencia era lo que menos importaba si ella era
hermosa por su interior.
Un año después
Jorge se mudo y… ¡que sorpresa! Su vecina era Elisabeth. La saludo y pasaron
varias horas hablando y recordando viejos tiempos hasta que Elisabeth revivió
aquel momento y le dijo una vez más que ella nunca le robo nada y menos su más preciado
tesoro y que sinceramente ella lo amaba, Jorge comenzó a llorar y le pidió
perdón, además le confesó que el siempre la amo pero que había sido muy tonto
por haberla despreciado por su apariencia y haberla tachado de ladrona por su
manera de vivir. Elisabeth sonrió y le agradeció por todo, pues gracias a lo
que él le había enseñado a ella la becaron e incluso termino antes y pudo
estudiar en una prestigiosa universidad y tenía un buen trabajo, una casa
hermosa y un tesoro, Jorge la beso y ella le dijo que quería mostrarle su casa
y enseñarle su tesoro recorrieron la casa y cuando llegaron a la ultima
habitación ella le dijo: - Aquí está mi tesoro más preciado y porque te ame y
aun te amo, quiero que ahora sea tuyo- Cuando abrieron el baúl no había nada y
Elisabeth sonrió y dijo:- Te regalo el don de la sencillez, el optimismo, el
verdadero amor y la humildad-
Un par de semanas después Jorge le propuso a Elisabeth que fueran novios y después de algunos meses se casaron y hoy viven felices, Elisabeth y Jorge ya envejecieron pero el más hermoso tesoro nos los regala la vida todos los días a ti y a mí.
Un par de semanas después Jorge le propuso a Elisabeth que fueran novios y después de algunos meses se casaron y hoy viven felices, Elisabeth y Jorge ya envejecieron pero el más hermoso tesoro nos los regala la vida todos los días a ti y a mí.
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